lunes, 24 de noviembre de 2014

Cruel,¿no?

   No quiero hacerte daño, pero quiero saber que puedo hacértelo: que tu vida pende de un hilo y solo yo tengo las tijeras y el colchón para amortiguar la caída.
   Quiero saber que vives con la incertidumbre de no saber cuándo va a romperse la cuerda, y quiero que llegues a pensar que nunca vas a caerte.
   Quiero que mientras sientas la velocidad intentando atravesar tu piel aún dudes, y que hasta el final no sepas que voy a dejar que te poses en mis brazos.



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